La apertura comercial es el proceso mediante el cual un país reduce o elimina las barreras comerciales que impiden o limitan el comercio con otros países. Estas barreras pueden incluir aranceles, cuotas, regulaciones y otras medidas proteccionistas que aumentan el costo de los productos importados.

La apertura comercial se considera una herramienta para mejorar la economía de un país al permitir el acceso a una mayor variedad de bienes y servicios a precios más bajos. Además, también puede ayudar a las empresas a encontrar nuevos mercados para sus productos y aumentar su competitividad a nivel internacional.

Sin embargo, también puede tener consecuencias negativas, como la pérdida de empleos en algunos sectores y la competencia desleal de productos importados de baja calidad o con precios bajos. Por esta razón, a menudo se hacen esfuerzos para mitigar estos efectos negativos mediante medidas como la protección de los derechos laborales, la protección del medio ambiente y la protección de la propiedad intelectual.

En conclusión, la apertura comercial es un proceso mediante el cual un país reduce o elimina las barreras comerciales con otros países, con el objetivo de mejorar la economía y aumentar la competitividad de las empresas, pero también puede tener consecuencias negativas en algunos sectores y puede requerir medidas para mitigar sus efectos negativos.