La balanza de pagos es un registro sistemático de todas las transacciones económicas que un país mantiene con el resto del mundo en un período determinado, generalmente un año. Estas transacciones incluyen el comercio de bienes y servicios, las inversiones, los flujos de capital y los movimientos de personas.

La balanza de pagos se divide en dos cuentas: la cuenta corriente y la cuenta de capital. La cuenta corriente registra las transacciones relacionadas con el comercio de bienes y servicios, mientras que la cuenta de capital registra las transacciones relacionadas con las inversiones y los flujos de capital.

La balanza de pagos es un indicador importante de la posición económica de un país y puede ser utilizada para evaluar su estabilidad financiera y su capacidad para atraer inversiones. Un superávit en la balanza de pagos indica que un país está recibiendo más ingresos del exterior que los que está pagando, mientras que un déficit indica lo contrario.