Un balance de situación es un estado financiero que muestra la situación patrimonial de una empresa en un momento específico. Es también conocido como estado de situación financiera o balance general.
El balance de situación se divide en dos partes: el activo y el pasivo. El activo representa los bienes y derechos de la empresa, mientras que el pasivo representa las deudas y obligaciones de la empresa.
El activo se divide en activo corriente (efectivo, cuentas por cobrar, inventarios, entre otros) y activo no corriente (inversiones a largo plazo, propiedad, planta y equipo, entre otros). El pasivo se divide en pasivo corriente (deudas a corto plazo) y pasivo no corriente (deudas a largo plazo).
El balance de situación es una herramienta importante para los inversionistas, analistas financieros y los administrativos, ya que les permite evaluar la solvencia, liquidez y rentabilidad de una empresa. También se utiliza para comparar la situación financiera de una empresa en diferentes períodos y para comparar la situación financiera de una empresa con otras empresas de la misma industria.