Conócenos un poco más

Una agencia tecnológica diferente

Te ayudamos a conseguir más ventas y con ello hacer crecer tu negocio

Mira.
Esto que voy a contarte, es muy bueno para cerrar más ventas online. También, un poco de nuestra historia.

Hace años, estaba en una cafetería desayunando tranquilamente con mi tostada de jamón y de fondo, la playa con el ruido tranquilizador del mar.
Me encantaba empezar las mañanas así. Me gustaba meditar sobre el rumbo que estaba teniendo mi nuevo negocio y analizarlo.
Tras un rato de tranquilidad, en la mesa de al lado, se sentaron dos hombres muy agitados. Parecía que estaban discutiendo. Pero era inevitable no escucharles, ya que aunque no quisieras, lo escuchabas.

Uno de ellos le insistía al otro,
Pero tío, ¿qué tienes que perder? Dile que te gusta, el no ya lo tienes.
El otro le daba la razón pero no muy convencido.

Ese consejo se suele dar con buena intención, pero es totalmente mentira. El no, no lo tienes todavía.

El chico no muy convencido, le contesto…

 

¿Y el orgullo?
¿Y la ilusión?
¿Y la vergüenza?
¿Y mi corazón en el charco?

 

Se tiraron un rato debatiendo, me fui del lugar y allí los dejé. No es que me interesase mucho la verdad.

A la mañana siguiente, misma operación. Yo con mi café humeante con mi tostada de jamón y la playa de fondo.
De nuevo, aparecieron, pero esta vez, eran los dos chicos y una chica.

Seguían con el mismo debate…
Pero, me cambió la vida y mi forma de hacer crecer mi negocio.
Sí, así de dramático y de eficaz. Y todo en menos de 1 minuto.

 

Te cuento.
Seguían con el mismo tema, pero esta vez, la chica intervino para lanzar la mejor lección de ventas que me han dado.

 

– Dijo… Ve a por ella. Te va a decir que NO.
¿Entonces, para qué voy a ir a por ella? Contesto este chico angustiado.

 

Atiende…
Porque es mucho más importante perder el miedo que perderla a ella. El miedo es tuyo, ella no.

Oh My God

Me explotó la cabeza el enfoque tan brutal y directo que lanzó si lo aplicas a las ventas, a la vida.
Me puse a observar detenidamente, y saqué mis conclusiones.

 

Así hierve la sangre del indeciso.
Así se motiva.
Así se “dibuja” dentro de las cabezas humanas.

 

Con aquello vi cómo el tímido se vino arriba. Pero para tu interés, no supe como terminó esa historia, lo siento. Me fui a empezar el día y no me pude sacar de la cabeza ese enfoque de persuasión.
Se me quedó pegado como un chicle en mi cerebro. Tenía que tomar acción.

Hoy le debo mucho a esta gran chica, que nunca volví a ver.
Cambiamos el rumbo totalmente de nuestra empresa, y dejamos de hacer webs…

 

Para hacer webs que realmente atraían a clientes.
Empezamos a lanzar mensajes persuasivos donde nuestras campañas de marketing y las de nuestros clientes tenían más conversiones.
Cambiamos la forma de realizar presupuestos, donde aumentamos considerablemente la tasa de cierre.
También cambiamos nuestro tono de marca, y le dimos un giro completo.

Y un largo etcétera.

 

A raíz de ahí, nos empezamos a diferenciar de la competencia y empezamos a captar más clientes. El equipo empezó a crecer y dejamos de ser una empresa local, para saltar a lo nacional.

Empezamos a ganar premios

Conseguimos contratos con grandes empresas

Y por el camino, encontramos grandes casos de éxito

Hoy en día no trabajamos con cualquier cliente que nos solicite presupuesto.

 

No por que seamos caros o baratos. Nada es caro ni nada es barato.
Tampoco por qué nos hayamos vuelto tontos.
Ni nada raro.

 

Simplemente, por qué nos dimos cuenta, que nos gusta trabajar con profesionales o empresas que realmente valoren nuestros servicios, que miren por su negocio y que quieran crecer continuamente con un gran equipo cualificado detrás.
No existen milagros. Con perseverancia y una buena estrategia se consigue el éxito.
Y no todos los emprendedores entienden esto.

¿Cuántos clientes estás captando al mes?